sábado, 25 de diciembre de 2010

EL POUM

El POUM se fundó en 1935, tras la revolución asturiana de octubre de 1934, y como consecuencia de una gran corriente que expresaba con carácter general a toda la clase obrera española, y por la necesidad de dotar a éste de un partido comunista. No existiendo en Madrid sección del Bloqueo Obrero y Campesino, la sección de la Izquierda Comunista de Esaña se transformó en el POUM. Puee decirse con ello que el proceso de unificación que condujo a la creación del partido no lo vivimos realmente como tal. En los meses precedentes, últimos de 1934 y primeros del 35, esta sección, todavía ICE, estuvo enfrascada en discutir la propuesta de Trotsky, que aconsejaba ingresar en los partidos socialistas, la lllamada táctica del "entrismo".
La victoria de Hitler y el hundimiento sin lucha del potente Partido Comunista Alemán, llevó a Trotsky a considerar caducas sus ilusiones en regenerar de nuevo a la Internacional Comunista. A partir de ahora debían orientarse a la construcción de una nueva Internacional, la IV.

Consciente de a gran debilidad de los grupos trotskystas para realizar acciones, en un momento en el que el mundo cambiaba rápidamente, consideró que su incorporación a los partidos socialistas, muy radicalizados entonces por las modificaciones de Hitler en la situación internacional, permitiría alcanzar tan valioso objetivo.
Conviene recordar que por aquel entonces en España, con las variantes propias a su formación, las Juventudes Socialistas de Santiago Carrillo, y la iquierda intelectual del PSOE, opinaban esencialmente lo mismo sobre este problema. Las elaciones no podían ser más cordiales, pero ello no impidió que la mayoría de las secciones del ICE no creyera en la posibilidad de bolchevizar al PSOE, Y y rechazó la idea de entrismo. Sólo media docena de camaradas optaron por entrar, aunque sin mucha fe en ello.

Resuelto este problema del entrismo, no era claro que todo funcionase bien. Fue cuando supimos, por la correspondencia que Andrade mantenía con Nin, que en Barcelona se habían iniciado conversaciones entre los partidos que conformaban la Alianza Obrera, tendentes a la constitución de un nuevo partido, inspirado en los principios del comunismo.Ello animó, principalmente porque la noticia coincidía con una importante escisión que se producía en el Radio Sur de las Juventudes Comunistas de Madrid. Una trintena de combatientes jóvenes militantes, ingresaron en tal sección, reforzándolaQuerían trabajar para ofrecer al proletariado español, una alternativa revolucionaria distinta al reformismo socialdemócrata y al nuevo frente populista estalinista.

Las cosas, sin embargo no se presentaron fáciles. Nos llegaban noticias de que las conversaciones de Barcelona iban reduciendo el número de participantes, quedando sólo el BOC y la ICE.

Pero aún debíamos recibir otra noticia que enviaba Nin a Andrade: parecia que en Barcelona se creaba un partido pero orientado sólo al catalanismo, y nos aconsejaba a todos que no eramos catalanes que ingresáramos en el PSOE, con lo que rechazamos la idea, no antes que los catalanes, que ya lo habían hecho antes.
 

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